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Persiguiendo un Sueño: 25 Años Impulsando la Equidad en el Sinai Urban Health Institute

En este episodio de More Than Medicine, celebramos el 25.º aniversario del Sinai Urban Health Institute (SUHI) con una conversación especial junto a Helen Margellos-Anast, presidenta de SUHI. Juntas reflexionamos sobre el extraordinario recorrido de SUHI y su impacto en Chicago y más allá. Desde el liderazgo visionario del fallecido Dr. Steve Whitman hasta las audaces iniciativas que están dando forma al futuro de SUHI, este episodio explora cómo el instituto se ha convertido en un modelo nacional de salud pública impulsada por la comunidad.


Persiguiendo un Sueño: 25 Años Impulsando la Equidad en el Sinai Urban Health Institute
Featured Speaker:
Helen Margellos-Anast

Helen Margellos-Anast, President at Sinai Urban Health Institute.

Transcription:
Persiguiendo un Sueño: 25 Años Impulsando la Equidad en el Sinai Urban Health Institute

Dra. Ngozi Ezike Hola a todos. Soy la Dra. Ngozi Ezike y les doy la bienvenida a otro episodio de More Than Medicine. Hoy estoy muy emocionada porque me acompaña la Dra. Helen Margellos-Anast, presidenta del Sinai Urban Health Institute, conocido con cariño como SUHI.


SUHI es una organización líder en investigaciones sobre equidad en la salud aquí en Chicago. Helen es una experta en epidemiología social y en intervenciones de salud.


Ha dedicado su carrera a trabajar junto a las comunidades para enfrentar las desigualdades en la salud. Además, ha liderado estudios importantes sobre diferencias raciales y étnicas en el acceso y la calidad del cuidado médico, y está teniendo un gran impacto en este campo.


Ella acaba de terminar su doctorado en Salud Pública y Liderazgo en la Universidad de Illinois en Chicago. Helen, ¡felicidades por ese logro y gracias por estar aquí!



Helen Margellos-Anast: Gracias, Dra. Ezike, y gracias por invitarme.
Dra. Ngozi Ezike: Es un placer tenerte.Creo que después del COVID, todo el mundo ha escuchado el término “epidemióloga”, pero antes del COVID, mucha gente pensaba que eso tenía que ver con la piel o con dermatología. ¿Cómo fue que te interesaste en la epidemiología?


Helen Margellos-Anast: Cuando salí de la universidad, pensaba que iba a estudiar medicina. Soy la primera en mi familia en graduarse de la universidad. Mi mamá emigró desde Grecia, y mi papá nació aquí pero perdió a su papá desde joven, así que no pudo ir a la universidad.


No sé… siempre me gustó el tema de la salud, me interesaba mucho. Y creo que, por eso, muchos asumían que yo iba a ser doctora. Incluso llegué a completar todo el proceso de solicitud para entrar a la escuela de medicina. Pero en un momento me detuve y pensé: “No sé si esto es lo que realmente quiero”.


En realidad, llegué a completar todo el proceso para solicitar ingreso a la escuela de medicina. Pero en un momento me pregunté: “¿Realmente esto es lo que quiero?”. Me di cuenta de que me interesa mucho más ayudar a las personas a mantenerse saludables que tratarlas cuando ya están enfermas.


 


También tuve la oportunidad de hacer una pasantía en un hogar de ancianos durante mi último año de universidad. Allí participé en la investigación de un brote que ocurrió en esa instalación, ayudando a analizar datos. Y pensé: “Esto es súper interesante”.


Cada día haces algo diferente. Es como ser una detective. Eso me encantó, y junto con mi deseo de hacer algo significativo y bueno para el mundo, fue lo que me llevó a estudiar epidemiología.


Dra. Ngozi Ezike: ¡Qué increíble historia! Me encanta cómo, a veces, uno empieza pensando que va a hacer una cosa, pero luego las experiencias de la vida te van guiando por el camino que realmente te toca seguir. Gracias por compartir eso.


Ahora, quiero entender cómo llegaste a SUHI, pero antes probablemente deberíamos contarle un poco más a la gente sobre qué es SUHI.


Para quienes no lo conocen y lamentablemente puede que sean muchos, a pesar de que SUHI es una organización increíble hay una frase que dice que “un profeta no siempre es reconocido en su propia tierra”. Así que, aunque esta gran organización está aquí mismo en Chicago, puede que muchas personas todavía no sepan que hace la organización.


Dra. Ngozi Ezike ¿Puedes contarnos sobre el Sinai Urban Health Institute? ¿Cuál es su misión y su papel, especialmente como parte de Sinai Chicago?



Helen Margellos-Anast
: Claro que sí. El Sinai Urban Health Institute, o SUHI, por sus siglas en inglés es el brazo de investigación comunitaria de Sinai Chicago.


Fuimos fundados en el año 2000 y acabamos de celebrar nuestro 25 aniversario. Sinai creó SUHI con el objetivo de ayudar al sistema de salud a comprender mejor a las comunidades de donde venían sus pacientes.


Entonces, cuando pienso sobre esto, fue tan innovador en ese momento. Quiero decir, ahora todos estamos obligados a hacer estas evaluaciones de necesidades de salud comunitarias. Y como sistemas de salud, si somos organizaciones sin fines de lucro, debemos entender a nuestra comunidad de alguna manera, existe la salud poblacional. Todo esto está ocurriendo. Pero en ese momento, mucho antes de eso, Sinai realmente estaba demostrando su compromiso con la equidad en la salud y entendiendo que nuestros pacientes, si realmente vamos a tratar a nuestros pacientes, necesitamos saber de dónde vienen.


 


Necesitamos entender el contexto de sus vidas. Y eso llevó a la formación del Sinai Urban Health Institute. Así que nuestra misión realmente gira en torno a la equidad en la salud y a avanzar en la equidad en la salud entre las comunidades. Hacemos eso entendiendo las desigualdades en la salud de una manera realmente íntima, asegurándonos de entenderlas a un nivel local.


Entonces, estamos observando de comunidad en comunidad y entendiendo qué está afectando a esa comunidad.


Estamos profundizando, colaborando con las comunidades, poniendo en contexto esas desigualdades en la salud, entendiendo cuáles son las verdaderas causas y luego tomando acción. Eso ha sido parte de nuestra labor desde el inicio.


Nunca se ha tratado de datos por tener datos. Se trata de convertir los datos en acción.Así que nuestro papel dentro de Sinai sigue siendo el mismo, asegurarnos de que las decisiones que toma Sinai estén basadas en las prioridades de la comunidad, fundamentadas en datos y que promuevan la equidad en la salud.


Dra. Ngozi Ezike: Gracias por eso. Dijiste que SUHI nació aquí en Sinai. ¿Por qué fue Sinai el lugar donde comenzó? O sea, ¿Cuáles fueron los eventos que llevaron a su creación?


Helen Margellos-Anast: SUHI fue fundado en el año 2000, como ya mencioné, y en gran parte se debió al liderazgo del director ejecutivo en ese momento, Ben Greenspan, junto con el Dr. David Ansel, quien en ese entonces era el jefe de medicina de Sinai.


Como dije, ellos realmente reconocieron que muchas de las cosas que estaban viendo en sus pacientes necesitaban ser entendidas mejor. Y ahora sabemos con bastante certeza que solo el 20% de la salud de una persona está determinada por lo que ocurre dentro del sistema de salud, es decir, mediante la atención médica. El otro 80% está influenciado por comportamientos de salud y factores socioeconómicos como la educación, los ingresos, el empleo y el entorno físico.


Entonces, ellos querían hacer algo para entender mejor esos factores. David Ansel, por casualidad, era buen amigo del Dr. Steve Whitman, quien en ese momento era el director de Epidemiología del Departamento de Salud Pública de Chicago.


Para finales de los años 90, Steve ya se había ganado una reputación en Chicago como un verdadero defensor de la justicia social y del entendimiento de las desigualdades en salud. En su rol en el CDPH, fue uno de los primeros en profundizar en los datos locales, enfocándose específicamente en las desigualdades por zonas comunitarias.


Estudiaba los datos a nivel hiperlocal y se centraba en las disparidades entre personas negras y blancas, y también en desigualdades socioeconómicas.


Otro momento clave en el que Steve dejó huella fue durante la ola de calor de Chicago en 1995, donde hubo 514 muertes confirmadas relacionadas con el calor en una sola semana. Esto fue un evento trágico y muy importante en la historia de Chicago.


Steve realmente dio la voz de alarma sobre el hecho de que esas muertes no estaban distribuidas de forma equitativa. Estaban afectando de manera desproporcionada a personas negras, una vez y media más que a personas blancas. También usó la epidemiología para demostrar que estábamos subestimando el número real de muertes. Así que esas 514 probablemente no eran la cifra correcta en realidad eran entre 700 y 800 muertes.


Resultó que David conocía a Steve y pensó que él podía ser la persona indicada para traer a Sinai y comenzar el SUHI, el Sinai Urban Health Institute. Así que, juntos, David, Ben y Steve desarrollaron el concepto y obtuvieron la aprobación de la junta directiva. Steve trajo a un par de personas más del Departamento de Salud Pública de Chicago: Jade Dell y Abigail Silva. Y así fue como todo comenzó. Yo me uní al equipo nueve meses después.


Dra. Ngozi Ezike: Es una historia increíble y, realmente, cuando pensamos en lo que ellos estaban haciendo hace 25 años hoy en día todo esto es común. Todo el mundo está inmerso en este tipo de trabajo y piensa de esa manera. Pero hace 25 años, ellos estaban absolutamente a la vanguardia.


Y hasta la historia de la ola de calor, fue como una versión más pequeña del COVID, ¿verdad? En el sentido de que las comunidades vulnerables fueron las más afectadas como ya deberíamos esperar y ellos fueron capaces de dar la alarma, mostrando que tenemos que trabajar específicamente con esas comunidades que más lo necesitan.


De verdad, estaban adelantados a su tiempo. Y que tú hayas sido parte de este trabajo desde el principio eres parte de ese equipo pionero. Así que gracias por todo eso. Ahora, cuando empezaron con esta labor, ¿cuáles fueron algunas de las cosas que ayudaron a distinguir a SUHI desde el comienzo? ¿La gente entendía lo que estaban haciendo? ¿Lo entendian?


Helen Margellos-Anast: No de inmediato. O sea, creo que había personas que, por supuesto, ya creían en esto, lo entendían y sentían pasión por el tema. Y había otras que también formaban parte de este movimiento. Pero no era la mayoría, ¿verdad?


Así que mucho de lo que se hacía en esos primeros días era crear conciencia sobre el hecho de que existen desigualdades en la salud, que afectan más a ciertas comunidades, y que es importante entender cuáles son las causas.


Y Steve hablaba del racismo como una de las causas bueno, no una de, la causa de las desigualdades en salud, mucho antes de que la mayoría de las personas estuvieran dispuestas siquiera a decir esa palabra.


Recuerdo cuando empecé en SUHI… yo crecí en Minnesota, un entorno muy homogéneo. No había estudiado mucha sociología ni nada por el estilo, venía más bien de un trasfondo científico.


Y para mí también, cuando surgía la palabra “racismo”, no la entendía como la entiendo ahora. La gente suele pensar en el racismo solo como algo interpersonal.


No piensan en los factores estructurales, y Steve sí entendía todo eso. Él sabía que necesitábamos, sí, trabajar también en la parte interpersonal porque claro que hay mucho que mejorar ahí pero también teníamos que pensar en los sistemas: cómo esos sistemas han sido impactados y moldeados por políticas que han favorecido a ciertos grupos y han desfavorecido a otras poblaciones con el tiempo.


Así que se trataba mucho de usar datos, contar historias y trabajar en alianza con las comunidades para poder contar la historia correcta y tomar acción de la manera correcta.


Dra. Ngozi Ezike: Nuevamente, muchísimas gracias. Y, sabes, desafortunadamente o afortunadamente, según cómo se mire algunas de las cosas en las que él fue pionero hace 25 años, todavía seguimos tratando de comunicar ese mensaje. Aún estamos tratando de mostrar y probar que el racismo realmente está en la base de muchas de estas desigualdades, y que todavía hay mucho trabajo por hacer.


Así que, aunque hayan pasado 25 años, y sé que se ha hecho mucho trabajo valioso, todavía hay mucho que sigue igual. Seguimos trabajando sobre muchas de esas mismas ideas fundamentales.


Entonces, ¿el trabajo ha evolucionado? ¿Cómo ha evolucionado, si es que lo ha hecho?


Helen Margellos-Anast: La misión central se ha mantenido igual, la visión también. Creo que la manera en que el trabajo ha evolucionado es que, en ciertos aspectos, se ha vuelto más formal. Hemos estructurado mucho más lo que necesitamos hacer específicamente.


Nos enfocamos en comprender. Y, al principio, cuando empezamos con ese enfoque de entender las desigualdades en salud, era mucho trabajo con datos poblacionales datos que eran públicos o que podíamos obtener de fuentes existentes, como estadísticas vitales demostrar que existían esas desigualdades o disparidades en tasas de mortalidad o resultados de nacimientos.


Y desde ahí surge la pregunta: ¿qué está causando eso y cómo llegamos a la raíz?


Y eso nos llevó, en los primeros años, en 2002 o 2003, a realizar la primera gran encuesta de salud comunitaria de Sinai, enfocándonos en seis zonas comunitarias con diferentes contextos raciales, étnicos y socioeconómicos, para poder hacer comparaciones. Incluso analizamos cosas tan básicas como la prevalencia de enfermedades.


En ese momento no teníamos datos a un nivel tan específico como el hiperlocal. Apenas si teníamos información a nivel de ciudad. Así que, por primera vez, estábamos obteniendo datos de prevalencia de asma y diabetes, y también sobre el nivel de control de esas condiciones. Empezamos a pensar en los determinantes sociales de la salud, como el acceso a alimentos y el tabaquismo.


Con esa encuesta obtuvimos muchísima información. Y a partir de ahí, el trabajo empezó a centrarse también en continuar y construir en el lado de la intervención.


Así que hemos trabajado mucho en la parte de entendimiento, incluso yendo más allá de Chicago y haciendo investigaciones a nivel nacional. Hemos analizado, en particular, las desigualdades entre personas negras y blancas en las 30 ciudades más grandes del país, en relación con varias condiciones de salud.


Pero en cuanto a implementación y acción, también hemos hecho mucho trabajo, y eso ha ido evolucionando con el tiempo. Podemos hablar sobre los trabajadores comunitarios de salud, que han sido una parte central de lo que hemos hecho.  


De hecho, cuando yo entré a SUHI, comencé como evaluadora de lo que ahora llamaríamos nuestro primer programa de trabajadores comunitarios de salud.


Déjame dar un paso atrás y definir qué es un trabajador comunitario de salud, por si alguien no ha escuchado ese término: los trabajadores comunitarios de salud son personas que pertenecen a la misma comunidad a la que sirven. Son trabajadores de salud pública que están en la primera línea.


Son personas de la comunidad, personas de confianza que viven dentro de las mismas comunidades que están experimentando estas desigualdades en salud.


Cuando hablamos de cómo hemos evolucionado, comenzamos con los trabajadores comunitarios de salud enfocándonos más en el manejo de enfermedades, como el asma y la diabetes, ayudando a las personas a controlar esas condiciones.


Luego empezamos a trabajar más en la prevención: nos enfocamos en la salud mamaria, ayudando a mujeres a acceder a mamografías y a seguir su tratamiento, y también trabajamos en la prevención de la diabetes con el programa de prevención de la diabetes, ampliándolo a diferentes poblaciones.


Una vez tenemos un modelo y demostramos que funciona siempre evaluamos todo lo que hacemos para poder probar que funciona y entender cómo funciona, entonces buscamos cómo adaptarlo a nuevas poblaciones y asegurarnos de que funcione en esos nuevos contextos. Por ejemplo, con el asma empezamos con niños, luego con adultos, después trabajamos con residentes de Chicago Housing Authority, y analizamos cómo funcionaba en esa población.


Hicimos también algunos trabajos en la sala de emergencias. Estas son todas poblaciones distintas, y con pequeños ajustes al modelo logramos que tuviera impacto.


Y desde hace cinco años hemos estado incorporando formalmente a los trabajadores comunitarios de salud dentro de Sinai Chicago. Eso ha significado generalizar el modelo pasar de un enfoque más específico en enfermedades a pensar en trabajadores comunitarios que actúan de manera más general dentro del sistema de salud. Ahora se enfocan en detectar los determinantes sociales de la salud, conectarse con los pacientes sin importar el motivo por el cual llegaron al hospital, y ayudarlos a tener acceso a lo que necesiten después del alta, para que puedan mantenerse sanos y seguir mejorando su salud.


Otra evolución importante que hemos tenido es pensar en cómo podemos compartir nuestro conocimiento de una forma más amplia. No solo a través de los medios tradicionales de difusión, sino también adoptando una mentalidad más empresarial: pensar en cómo podemos ayudar a otros. En 2017 fundamos Crowd, que fue el comienzo de eso. Es un centro de capacitación y consultoría para trabajadores comunitarios de salud que nosotros dirigimos


Hemos capacitado a más de 3,000 trabajadores comunitarios de salud en todo el país hasta este punto. Hemos trabajado con más de 70 organizaciones para ayudarlas a integrar trabajadores comunitarios de salud en sus equipos.


Además, también hacemos un trabajo similar en el área de evaluación. Realizamos evaluaciones con enfoque cultural, y somos muy buenos en eso. Colaboramos con organizaciones que quieren incorporar ese tipo de evaluación en sus procesos.


Dra. Ngozi Ezike: Es increíble. Una organización que comenzó aquí en Chicago, de manera local y muy enfocada en su comunidad, ahora se ha expandido a nivel nacional y está difundiendo este trabajo tan importante por todo el país y ojalá más allá. Y esto es justo hacia donde tenemos que ir, porque como mencionaste al principio, solo el 20% de la salud de una persona está determinada por lo que ocurre en una consulta médica.


Todo ese otro 80% es igual o incluso más importante, y tenemos que enfocarnos ahí. Por eso estamos realmente agradecidos por el liderazgo que SUHI ha asumido y por cómo están ayudando a llevar este mensaje tan importante cada vez más lejos.


Sabes, hablaste de tantas cosas que están haciendo los trabajadores comunitarios de salud. Creo que cuando el Dr. Whitman comenzó, había mucho enfoque en el asma y el cáncer de mama, pero ahora parece que hay muchas nuevas áreas en las que estamos trabajando. ¿Hacia dónde crees que vamos? ¿Cuál es la próxima frontera? ¿Qué sigue en este trabajo?


Helen Margellos-Anast: Bueno, en lo que respecta específicamente a los trabajadores comunitarios de salud, seguimos innovando y haciendo investigaciones. Hay una parte que se enfoca en investigar nuevos modelos y llegar al punto en que podamos demostrar que son efectivos, entender cómo funcionan, y luego escalar esos modelos o adaptarlos a otros contextos. Seguimos investigando con trabajadores comunitarios de salud y, específicamente, en este momento estamos muy enfocados en la salud conductual o salud mental.


Sabemos que estamos enfrentando una crisis de salud mental. Dra. Ezike, sé que usted y yo estuvimos en un evento donde vimos los resultados de una encuesta en la que SUHI también ha estado involucrado bueno, en realidad la ha liderado sobre salud mental y bienestar en niñas adolescentes, especialmente en Chicago.


Y aunque ya antes sospechábamos que había una crisis general, lo que hemos visto es que los retos en salud mental se han intensificado después de la pandemia. Observamos el mismo patrón en niñas adolescentes. Así que existe una necesidad muy real de trabajar en alianza con las comunidades para ampliar el acceso a servicios de salud mental, porque actualmente hay una gran escasez.


No es fácil conseguir que las personas accedan a servicios. Así que una forma en la que hemos pensado abordarlo es capacitando a los trabajadores comunitarios de salud no para que atiendan los casos más complejos, obviamente, sino para que puedan empezar a hacer una especie de triaje (clasificación inicial de necesidades) y brindar apoyo en esas primeras etapas, especialmente cuando alguien no puede ver a un terapeuta de inmediato.


También pueden ayudar a conectar a las personas con un terapeuta virtual y romper barreras que impiden ese acceso.


Eso puede significar trabajar con la persona para asegurarse de que pueda usar una plataforma como esta de manera virtual, que tenga el equipo necesario. Así que tener trabajadores de salud en la comunidad en el área de salud mental es definitivamente una línea de trabajo clave para nosotros. De hecho, hemos creado el primer programa de aprendizaje laboral  para trabajadores comunitarios de salud dentro de un sistema de salud en Illinois. Y esto es un gran logro, porque le permite a sistemas de salud como Sinai Chicago tener estos puestos financiados temporalmente a través del Departamento de Trabajo. Al mismo tiempo, beneficia al trabajador comunitario, porque recibe entrenamiento mientras ya está siendo pagado por trabajar.


Entonces, para las comunidades que enfrentan desigualdades en salud, esto representa una verdadera oportunidad de construir una fuerza laboral desde adentro, es decir, desde la misma comunidad.


Y este modelo centrado en la comunidad… bueno, otra cosa que estamos haciendo mucho ahora es colaborar más. Siempre hemos trabajado en colaboración, pero ahora estamos pensando en cómo tener alianzas más amplias entre distintos sectores, reuniendo a socios con diferentes tipos de experiencia.

Esa es la forma en que realmente vamos a poder resolver los problemas más grandes que enfrentamos.


Un ejemplo de esto es algo que llamamos One Lawndale Community Health Collective, una iniciativa que SUHI recibió fondos para facilitar. Tenemos dos organizaciones principales: una en North Lawndale y otra en South Lawndale, que son dos de las comunidades en las que trabajamos.


 


Ese colectivo ahora cuenta con más de 50 organizaciones que ya tienen trabajadores comunitarios de salud o que quieren integrarlos.Esto incluye sistemas de salud, organizaciones comunitarias, centros de salud calificados a nivel federal y también otras entidades como escuelas, entre otras.


La intención realmente es pensar en cómo podemos usar nuestros recursos de la manera más eficiente posible para lograr un mayor impacto.


Entonces, si todas las organizaciones están conectadas en red, y nuestros trabajadores comunitarios también están conectados entre sí, podemos colaborar de forma más efectiva. Por ejemplo, puede que el rol de nuestro trabajador comunitario llegue hasta cierto punto, pero haya otro de otra organización que esté mejor preparado para continuar ese apoyo, y así podemos conectar rápidamente a la persona con quien realmente necesita.


También podemos capacitar de manera más eficiente, porque tenemos la posibilidad de compartir recursos entre nosotros, compartir nuestros logros y nuestras experiencias. Y eso ha tenido un éxito fenomenal.


Dra. Ngozi Ezike: Eso nos lleva a un punto muy importante. Estás describiendo a los trabajadores comunitarios de salud como una parte muy esencial del equipo de salud más amplio. A veces trabajan directamente en espacios clínicos, y otras veces están en la comunidad. Pero, obviamente, no hay una manera en que su trabajo sea reembolsado por los seguros médicos. Cuéntanos, ¿qué está haciendo SUHI para tratar de mover esa aguja y cambiar esa realidad?


Helen Margellos-Anast: Sí, hay varias cosas que estamos haciendo. Primero que nada, hay una legislación que se aprobó en Illinois que abre la puerta para que Medicaid pueda reembolsar el trabajo de los trabajadores comunitarios de salud. Esa ley, creo que se aprobó en 2021 o 2022 —no recuerdo exactamente el año—, pero básicamente,


hay un proceso de certificación que tiene que estar implementado antes de que eso pueda hacerse realidad.


Así que desde SUHI hemos estado presentes en esas conversaciones, apoyando el desarrollo de un proceso de certificación adecuado, asegurándonos de que se tomen en cuenta las verdaderas necesidades de nuestros trabajadores comunitarios de salud: lo que realmente necesitan, cómo pueden capacitarse, y cómo deben ser evaluados de la mejor manera.  


Porque, en general, cuando pensamos en evaluación, pensamos que hay que evaluar para asegurarnos de que alguien sea competente, y que eso significa darle un examen. Pero eso no funciona para todo el mundo, y ciertamente no funciona necesariamente para nuestros trabajadores comunitarios de salud.


Por eso, es importante tener otras formas de aprendizaje —como el aprendizaje experiencial, aprender unos de otros— y asegurarnos de que evaluamos su competencia observando realmente lo que hacen en el campo, a través de observaciones en terreno u otros métodos similares.


Esa es una parte.


La otra parte es que estamos participando en el desarrollo del programa de capacitación que el estado va a utilizar para entrenar a los trabajadores comunitarios de salud en sus competencias esenciales.


Estamos haciendo ese trabajo, y también estamos apoyando la creación de comunidades de práctica, que permitan el aprendizaje continuo entre quienes han sido formados como trabajadores comunitarios de salud. Además de eso, también hemos estado en la vanguardia buscando otras formas de reembolsar el trabajo de los trabajadores comunitarios.


Una forma sería que, a medida que tenemos más prioridades de salud poblacional, los aseguradores tienen más probabilidades de involucrar a los trabajadores comunitarios de salud, al igual que nuestros sistemas de salud, como parte de eso. Entonces SUHI, de hecho, nuevamente, creo que estábamos muy adelantados en esto en 2011 fue cuando comenzamos a trabajar con algunos aseguradores, MCOs de Medicaid, específicamente en torno al asma y trabajando con sus miembros, haciendo que nuestros CHWs implementaran nuestro programa comprobado con sus miembros que tienen asma. Y ese fue un programa realmente exitoso que apoyó al asegurador en términos de tener a sus miembros más saludables y apoyó a SUHI al brindar otra oportunidad para que pudiéramos sostener a nuestros CHWs y generar un impacto.


Dra. Ngozi Ezike: Se ha cubierto mucho terreno y aún hay terreno que esperamos explorar. Así que estamos muy emocionados por lo que traerá el futuro. Para cerrar este tiempo tan valioso juntas, ¿cuál es tu visión para el futuro de SUHI?  


Helen Margellos-Anast: Asumí el rol de presidenta en mayo de 2020, que claramente fue un momento bastante interesante para tomar una posición de liderazgo. En ese momento, SUHI ya estaba bien establecido como un referente en el área de equidad en salud.


Y de repente, con el COVID y todo lo que estaba pasando, la gente empezó a reconocer que las desigualdades en salud eran reales —algo de lo que nosotros llevábamos años hablando. Así que empezó a surgir una mayor demanda de nuestra experiencia.


También teníamos mucho conocimiento sobre programas con trabajadores comunitarios de salud, y se empezó a reconocer que estos “mensajeros de confianza” eran fundamentales para apoyar a las comunidades que, como estábamos viendo, estaban teniendo peores resultados de salud y necesitaban más apoyo para mejorar.


Nuestra experiencia en programas comunitarios de salud se volvió una prioridad. Y crecimos muy rápido: entre 2020 y 2022 duplicamos el tamaño y el presupuesto de SUHI.Así que hicimos una pausa. Yo pensé: “Hemos estado creciendo y reaccionando rápidamente, pero ahora necesitamos detenernos, ser estratégicos y pensar ¿hacia dónde queremos ir? ¿Qué es eso que SUHI puede ofrecer que nadie más puede ofrecer?”


Entonces pasamos por todo un proceso de planificación estratégica. Descubrimos que nuestro enfoque se centra realmente en entender, implementar y evaluar. También desarrollamos un modelo de negocio basado en eso, porque parte fundamental de este trabajo es asegurarnos de que seamos sostenibles a largo plazo y que podamos seguir innovando.


Lo que nosotros aportamos y que la mayoría no puede ofrecer es una historia larga y sólida de trabajo con las comunidades. Ya existe una relación cercana y de confianza. Llevamos años colaborando. Hemos pasado de ser una organización informada por la comunidad, a estar comprometida con la comunidad, y ahora somos impulsados por la comunidad, porque así de estrecho es el vínculo que hemos construido.  


Eso es algo que nosotros podemos aportar y hacer aquí en Chicago, pero también podemos apoyar a otros a hacerlo en distintas partes del país.


Al mirar hacia el futuro de SUHI, creo que una parte importante es expandirnos más allá de Chicago y compartir nuestras mejores prácticas en otros lugares. El entorno actual es muy distinto al de hace tres meses.


La salud pública, el sistema de salud, la investigación todos esos sistemas están atravesando mucho caos y cambios. Eso me preocupa, pero también significa que la necesidad es aún mayor, porque cuando vemos estas interrupciones que son inevitables en muchos sistemas de red de seguridad, las desigualdades existentes solo se van a agravar aún más.


Ya vimos cómo se intensificaron durante el COVID, y ahora este nuevo contexto va a empeorar aún más la situación.Así que, parte de lo que haremos en esta versión un poco ajustada de nuestro trabajo es volver a sonar la alarma, regresar a nuestras raíces y seguir hablando de estas desigualdades, observar lo que está ocurriendo y asegurarnos de que la gente esté al tanto de lo que estamos viendo en las comunidades.


Y luego, en colaboración y en alianza con socios de distintos sectores, pensar realmente en cómo mantener el rumbo, y no solo superar estos desafíos, sino también crecer a través de ellos.


Dra. Ngozi Ezike: Bueno, solo quiero darte las gracias, Helen, por todo el trabajo increíble que has hecho a lo largo de tu carrera en SUHI, por impulsar la equidad en la salud en toda la ciudad de Chicago y, de hecho, más allá, ya que este trabajo se ha expandido a nivel nacional.


Tu dedicación es una verdadera inspiración. Quiero felicitarte a ti y a SUHI por estos 25 años de trabajo con impacto.


Es un logro realmente admirable. Brindamos por muchos años más de avances y por seguir contribuyendo a ese cambio tan necesario en las desigualdades y disparidades en salud que seguimos viendo.



Helen Margellos-Anast: Gracias a ustedes.